viernes, 26 de agosto de 2011

Capítulo 12

Me puse a hablar con Lucas sobre ese chico, pero no sacamos ninguna conclusión, por lo que se ve Lucas lleva en el colegio sólo tres años, sí solo tres años y es tan popular… (es que hay gente que nace para brillar esté donde esté). A lo que iba, que no se conocían mucho y cuando Lucas llegó a este colegio Carlos ya estaba marginado, según sus amigos por algo que pasó antes de que Lucas se cambiara de instituto. Él había observado que el chaval no cruzaba palabra con nadie.., que le encantaba vestir de negro, y que pasaba de todo y de todos.
A mediodía, cuando llegue a casa, lo vi, estaba ahí, sentando en el sofá, era mi padre, por fin le habían dado el alta…
Le pregunté cómo se encontraba y que le habían dicho, él me dijo con un tono muy dulce que no pasaba nada, que no me preocupara que se encontraba bien y que le habían dado ya la receta de las medicinas. Yo me ofrecí voluntaria a ir a recogerlas a la farmacia, así que me cambié de ropa, me puse algo más cómodo, cogí la bici y me dirigí hacia mi destino.
Los frenos de mi bici estaban un poco sueltos así que cuando fui a frenar, estos me fallaron y me empotré contra la parada de autobús que estaba justo enfrente, los siguientes minutos pasaron muy deprisa.
Cuando me quise dar cuenta, estaba en el suelo, y alguien me había cogido del brazo. Levanté la cabeza y vi que era Víctor:
- ¿Estás bien?- me preguntó
- Sí, muchas gracias.- Le miré y él se dio cuenta de que por mi ceja izquierda caían pequeñas gotas de sangre.
- Mmm, creo que tienes sangre en la ceja, espera te acompaño a la farmacia.
- Gracias -me quité la bici de encima con un empujón, entonces noté como mi pantalón se rajó por la parte del muslo izquierdo. ¿¡Qué!? No me puede estar pasando esto a mí…Verás la bronca que me van a echar en casa, vengo a por unas medicinas de mi padre, y al final yo voy a recibir más atención que él.

Víctor me acompañó hasta la farmacia, y allí me dieron un poco de algodón para la ceja.
Una vez que salimos de la farmacia, ya con los medicamentos de mi padre, me despedí de Víctor, ¡qué majo es ese chico! Ojala todos fueran así…
Llegué a casa, metí en el botiquín las medicinas y me subí a mi cuarto a ponerme el pijama. Nada más subir lo primero que hice fue encender el ordenador y mientras me cambiaba éste se iba cargando. Coloqué la ropa en el armario y me senté en la silla.
Inicié sesión, y mientras veía las novedad que tenía, alguien me empezó a hablar por tuenti, yo pensé que era Lucas, ”joder ese niño cuando quiere es muy pesado y cuando no bien que pasa de mí…”
Miré en la parte inferior de mi ordenador y vi que quien me hablaba era Dani, uiii que raro que Lucas no me hable, mire el chat de conectados y observé que estaba conectado, “¿por qué no me habla?, bueno da igual”, no le di mas vueltas y me puse a hablar con Dani. Le saludé y después de mantener la típica conversación de “ ola q tl?” me dijo:
Claudia, tngo algo importnte q decirte- yo enseguida respondí:
- Pues aver dime
- La verdad s q… no se qomo dcirtelo…-empezó a escribir, yo le seguía impaciente desde el otro lado del ordenador, pero no llegó a terminar la frase cuando se me fue Internet…
“Noo, mierda!, se me tenia que ir el ordena ahora no? Joo, yo quería saber lo que me quiera decir…”
Cerré el tuenti, y lo volví a encender, ya se había ido, “¡qué va a pensar de mí…”
Apagué el ordenador y bajé a la cocina a comer que al final no me había dado cuenta de que todavía no había comido… Me calenté unos pocos macarrones y me fui con mi hermana a ver la tele. Toda la tarde la pasé con ella, aunque la verdad, yo pensaba en lo que Dani me había intentado decir esta mañana.
Me levanté el día siguiente con un dolor de cabeza impresionante, intenté recordar lo que había soñado pero no dio resultado.
Cuando llegué al colegio, bajé las escaleras del autobús lo más rápido que pude, Carol ya me estaba esperando, me notó algo rara pero no dijo ni una palabra sobre eso.
Nos dirigimos a clase y el profesor ya empezó a explicar, no se el qué la verdad…, ya que yo seguía inmersa en mis pensamientos. De repente algo me despertó de la realidad, me habían tirado algo a mi cabeza. Tan rápida como pude cogí eso que más tarde había caído al suelo. Era una notita y ponía: “Claudia, no t puedo ver asi, luego m cntas lo q te pasa ok?” Abrí el cuaderno de matemáticas, que en todo lo que llevaba de clase ni siquiera había sacado, arranqué un trozo de papel y escribí: “Carol trnki, no me pasa nada…” Intenté dar a Carol en la cabeza como ella había hecho conmigo pero atiné mal y cayó justo en la mesa de Lucas, “dios si es que más patosa no se puede ser…” Éste sin preguntar siquiera abrió el papel y lo empezó a leer, cuando terminó me miró, le dio la vuelta al papel y se puso a escribir; luego me la tiró a mi pupitre y la leí: “lo q te pasa no tiene q ver conmigo verdad?” Ni me molesté en contestar al papel, cogí otro trozo y volví a escribir lo que minutos antes había leído Lucas y se lo tiré otra vez, esta vez sí que le llegó. Lo leyó, me miró y movió los labios de tal manera que yo pudiera leer lo que gesticulaba, era algo como que después de clase hablaríamos…, pero haber que queréis a mí lo de leer los labios lo llevo un poco mal. El profesor nos miró y al ver mi cara de concentración intentando descifrar lo que mi amiga me quería decir, supuso que de lo que hablábamos no era de su asignatura, con lo que me sacó a la pizarra. El tema que el profesor estaba explicando era trigonometría y eso yo me lo sabía ya que en mi antiguo colegio eso se daba un curso antes que aquí, así que salí y resolví el problema. El profesor se me quedó mirando con cara de pocos amigos, pero al final me mando a mi pupitre.
Por fin terminó la clase, recogimos las cosas, las dejamos en la taquilla y nos dirigimos al baño; allí entramos Carol y yo. Nada más entré le empecé a contar a Carol todo lo que me había pasado tanto de Lucas como de Dani.
A lo de Lucas Carol reaccionó normal, diciéndome que era un egocéntrico y que iba de chulo por la vida, pero cuando le conté lo de Dani  no le sentó también y me contestó de manera un poco arisca y brusca…
CONTINUARÁ…