jueves, 29 de diciembre de 2011

Capítulo 17(Especial Carlos)[1ª parte]

Para empezar, ya sé que es un capítulo algo cortito pero es que si no, no os dejaba con la intriga, hahaha. 
Como estamos en navidad hoy tenía pensado subir un capítulo, pero como habéis esperado bastante ( ya que no he podido escribir hasta ahora) pues os he subido otro capítulo como recompensa :)
Espero que os guste, porque yo realmente tenía muchas ganas de subirlo, porque quería que descubrieseis un poco más de este personaje, ya que con lo poco que se relaciona pues nadie dice nada. Pues eso que como estamos en navidad espero que descubráis más cosas de una forma externa de la historia.
¡Un besazo a todos!

Carlos

Las calles en esta época del año están vacías, el aire está en mi contra, el cielo está gris, parece que tarde o temprano iba a empezar a llover. Ojala yo fuera como una tormenta y pudiese explotar en cualquier momento, necesito hacerlo…
La observo por detrás, ella no me ve, pero yo la sigo, cuando llega a su casa abre su madre y entra. La envidio. Odio a todo el mundo, odio oír sus risas, sus caras de felicidad, les odio, a cada uno de ellos.
Camino por las calles desiertas, no hay nadie ¡mejor!, no quiero estar con nadie, que nadie interrumpa mi paz. Me siento en el banco más cercano que encuentro.
Saco de un bolsillo una caja, la observo detenidamente y me vienen a la cabeza un montón de imágenes, sobre todo malas.
Todavía recuerdo el día que me dieron mi primera caja de papel de liar.
-------------------------------------------------------------------------
Estaba en la salida del colegio, tendría aproximadamente 13 años. Iba con Lucas: mi mejor amigo. Unos chicos tres años más mayores que nosotros que nos esperaban a la salida del colegio, nos dirigieron hacia un callejón, yo no quería ir pero no podía dejar a Lucas solo, era mi amigo. Uno de ellos, el más mayor nos preguntó:
-          ¿Fumáis?- nosotros dos negamos con la cabeza- probarlo, no os va a pasar nada, sólo es papel, como ese que malgastáis en ese estúpido colegio pero ahora lo disfrutareis.

Yo iba a volver a negarme cuando vi que Lucas me había dejado tirado; yo que le he acompañado para que no le pasara nada y va ahora y es él el que no me ayuda. No sabía cómo salir de aquella situación. Los cuatro chicos se me acercaron y formaron una especie de cuadrado. No sabía qué hacer. El cuadrado que nos separaba cada vez se hacía más pequeño. Uno me propinó un buen golpe en la cara, otro sin preaviso me empujó contra el suelo. Intenté hacerme un ovillo, me sentía muy pequeño, quería desaparecer de ahí y volver a ser feliz, pero ellos no paraban de darme patadas. La cara me empezaba a sangrar y en un instante perdí el conocimiento.

Cuando me desperté me encontraba en el hospital, no sé cómo llegué pero ahí estaba, en una camilla. Todo el cuerpo me dolía y no me acordaba de lo que había pasado.
Una voz hizo que despertara de mi estado de shock.
-          ¿Estás mejor?- preguntó una fina voz.
Me giré y vi a una chica rubia de ojos azules apoyada en el marco de la puerta.
-          Eh… sí, supongo-dije-¿qué hago aquí?
-          En cuanto te vi en ese callejón, con esos chicos pegándote llamé a la policía. Perdiste el conocimiento y se fueron, creo que fueron a buscar a otro chico que no se desmayase como tú- rió, yo también lo hice, tenía una sonrisa muy bonita, sincera-y la ambulancia no tardo en llegar-siguió.
-          ¿Tan mal estoy?
-          Si estar bien es que te tengan que dar unos cuantos puntos en el ojo, dos costillas rotas y todo el cuerpo amoratado, sí, creo que estás bien.
-          Bueno, tampoco es tanto.
-          ¿Te parece poco?
-          No, pero podía haber sido peor.
-          Ya…

En ese momento entraron mis padres, estaban algo acalorados, por lo que deduje que se habían dado mucha prisa por llegar.
-          Hijo, ¿qué tal estás? Hemos venido lo antes posible.
-          Bien  mamá, no hacía falta, estoy bien.
-          El doctor no dice lo mismo.
-          ¿Y Andrea?
-          Estará al llegar, acabamos de llamarla-dijo mi madre.

Estuvieron bastante rato interrogándome por lo que había pasado esa tarde, pero yo tampoco tenía muchas ideas claras. Mis ojos buscaban a esa chica que me había “rescatado”, pero no estaba, se había ido. De improviso sonó el móvil de mi padre.
-          ¿Diga?- dijo con un tono muy formal

Alguien al otro lado de la línea contestó, la cara de mi padre palidecía a medida de que el interlocutor hablaba. Mi madre le preguntó quién era, pero mi padre no respondía, se había quedado paralizado. El móvil se le resbaló de las manos y antes de que cayera al suelo mi madre lo cogió. Se llevó el móvil en la mano y se calló para poder escuchar lo que le decían. Su cara de confusión pronto cambió a la de horror.
-          ¡Qué!- gritaba histérica, ya ni siquiera hacía caso a la persona del móvil- ¡No puede ser! ¡Se habrán equivocado! ¡Es imposible!

Mi madre por fin colgó el móvil, mi padre seguía sin reaccionar.

-          ¿Qué pasa mamá? ¿Qué  es lo que ha pasado? ¿Por qué gritabas al señor del teléfono?- no había respuesta- ¿Alguien me puede responder de una vez que es lo que está pasando?

Mi madre se salió de la sala y pude ver que empezaba a llorar. Mi padre al final, despertó de su estado de su estado paralizado y dijo:
- Andrea...

CONTINUARÁ…



Capítulo 16

Sé que este capítulo es muy corto y es un poco mierdecilla, pero bueno espero que os guste.

Me levanté de la cama, como todos los días, me dirigí a mi puerta y miré el calendario, ya había pasado un mes desde que nos mudamos de casa y sólo quedaban tres semanas para mi cumpleaños. Todavía no sabía qué iba a hacer o cómo celebrarlo. Más bien ni siquiera lo había pensado.
Me vestí, bajé a la cocina y saludé a mi hermana. Salí por la puerta y subí al autobús.
En la tercera parada subió Lucas. Yo no me di cuenta, ya que casi me había quedado dormida hasta que noté como unas delicadas manos me taparon los ojos.
-          ¡Lucas!- grité- ¿Te importaría dejarme ver?
-          Sí -dijo mientras retiraba las manos de mi cara.
-          Últimamente has estado desaparecido-comenté.
-          Lo sé, es que tenía asuntos pendientes.
-          ¡Oh! Discúlpeme señor ocupado, ¿me puede contar que se trae entre manos o es demasiado confidencial?-bromeé.
-          Mmm...-dijo haciéndose el interesante- se lo diría pero es un poco pequeña para conocer la verdad-dijo siguiéndome la broma.
-          ¿Pequeña? ¡Pero si voy a tu mismo curso!
-          Pero, como mis fuentes me han informado todavía no has cumplido los 17.
-          Déjeme informarle de que dentro de tres semanas eso cambiará.
-          ¿Por? ¿Vas a viajar en el tiempo?
-          No cacho bobo, ¡es mi cumpleaños!
-          ¿En serio?
-          ¿Es una pregunta retórica?
-          Haha, que humor tiene hoy la niña eh.
-          Buenísimo ¿no?

Hizo el ademán de darme un codazo con el hombro, pero fui más hábil, me libré de sus brazos y tuve la suerte de que en ese instante las puertas del autobús se abrieron.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
En otro lugar a la hora de comer…
Otro odioso y asqueroso día.
Lo único bueno de hoy es que es viernes ¡Por fin! ¡Pensé que nunca llegaría!
Una voz a mi espalda grita mi nombre, me giro:
-          ¡Lorena!-dice Laura, ¿quieres venirte conmigo al centro comercial?
La verdad es que no me apetece llegar a casa ahora. Con lo que respondo:
- Vale, espera a que se lo pregunte a mi madre
Cojo el móvil y marco el número su número:
-          Mamá, como es viernes... ¿puedo ir a comer al centro comercial con Laura?
-          Claro hija, pero llega a casa pronto, ¿vale?
-          Vale mamá, gracias, adiós.

Cuelgo y me voy con Laura.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Recojo mis cosas de la taquilla y me dirijo hacia la puerta principal de mi colegio. Cuando estoy llegando a la verja, veo como Carlos desaparece. No entiendo a ese chico…
Un grito me saca de mis reflexiones y mi mirada se encuentra con los causantes del grito. Son Ana y Juan, que parece que están discutiendo:
-          ¡Eres un gilipollas!-grita Ana- ¡Liarte con Lucía mientras estabas saliendo conmigo! ¡Sin vergüenza! ¡Eso es lo que eres! ¡Un sin vergüenza!
-          Ana por favor, no exageres, sólo fue un beso.
-          ¿Sólo un beso? ¡Piérdete!
-          Déjame por lo menos explicarme.
-          ¿Explicar? ¡Lo que me tienes que explicar es qué hago contigo! ¡Tienes 20 años joder, lo tenía que haber visto venir! ¡Tú sólo buscas la primera que tenga un buen par de tetas! ¡Pues lo siento, pero yo no soy así!
-          ¡Tú eres una estrecha!
-          ¡A mucha honra!- dijo Ana propinándole un guantazo en la cara-¡Déjame en paz!
-          ¡Tú no me hablas así!- la coge de la cintura.
-          ¡Suéltame! -grita, pero él ya le ha tapado la boca. Ella le da un pisotón en el pie, y se suelta de sus brazos, sale corriendo y le deja ahí.
Yo mientras tanto soy testigo de esta discusión y no he podido hacer nada, paso delante de Juan y él me grita:
-          ¡Guapa! ¿Haces algo esta noche?
-          ¡Que te den gilipollas!- le grité y salí corriendo en busca de Ana.

La encontré hecha un bolita y llorando, tenía los ojos negros a causa del rimel. Me intenté acercar para consolarla un poco, pero me rehuyó.
-          ¡Hala! ¡Grita a todo el mundo que estoy aquí llorando porque mi novio se ha liado con mi supuesta amiga!
-          Yo no haría eso…
-          ¡Jo que no! ¡Todo el mundo es igual!
-          ¡Que no! ¡Joder créeme!
-          ¿De verdad?- preguntó con una voz apenas audible.
-          Sí, ¿quieres venirte a mi casa y te tranquilizas?
-          Vale, muchas gracias.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Dimos una vuelta por el centro comercial, nos lo estábamos pasando realmente bien. Laura me cae genial. No es la típica falsa sino que tiene una gran personalidad, a veces la envidio, es verdaderamente buena persona.
Fuimos al Berska a ver qué había, compramos tres camisetas básicas, un rosa, otra blanca y la última gris y un pantalón vaquero corto. A la salida vimos a unos chicos que acaban de salir del Springfield. Todos eran muy monos, y mientras Laura y yo los mirábamos de arriba abajo, mis ojos se cruzaron con unos marrones.

CONTINUARÁ…

miércoles, 21 de diciembre de 2011

GRACIAS!

Te conozco desde hace poco, sin embargo me siento a gusto cuando hablo contigo. Parece como si nos conociéramos de toda la vida. Yo ya te he contado más cosas de mi vida que a otras personas. Porque me entiendes a las perfección aunque estemos a millones de kilómetros. No me dices que me rayo la cabeza y sabes escuchar más de lo que yo pensaba. Me desahogo contigo y creo que tú haces lo mismo. Piensas igual que yo(o eso creo xd).Me alegro de haberte conocido. Y espero que cada vez haya más confianza entre nosotras:)
Un besazo^^
Ahh se me olvidaba... gracias Ariadna!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capítulo 15


¡No me lo podía creer! ¡Otra vez ella! ¿Pero a qué juega, ahora sí ahora no?
Ya os podéis imaginar quién es ¿no?
Sí, efectivamente es Carolina.
Pero mi cerebro todavía no podía creerse lo que estaban observando mis ojos, no podía ser que ella me hubiera fallado otra vez, más bien no me lo quería creer. Como una tonta imaginé que realmente podía tener una amiga de verdad…, tonta de mí. Si a mí sólo me utilizan…
Mi cuerpo experimentó una extraña sensación de impotencia, de no poder desahogarme con nadie, de no poder llorar en el hombro de alguien. De no saber que hacer, que hizo que sin quererlo una pequeña y redonda lágrima resbalase por mi cara. Automáticamente me la sequé con el jersey, pero en esa mano llevaba los libros, éstos cayeron de mis manos produciendo un estrepitoso ruido que calló las conversaciones y las risas.
No salí corriendo como solía hacer, me limité a recoger todos los libros que se me habían caído.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------

En otro lugar…
- Eh Ángel, mira que pivón a la derecha.
- Sí, tío mira.
Miré y vi a una chica de pelo castaño, con unos increíbles ojos azules cruzar el paso de cebra. No era tan alucinante como mis amigos decían, pero esa chica tenía algo, algo que me encantó.
-          Mirar, Ángel se ha enamorado… lalalala
-          Chicos parar ya, sólo es una piba…
-          Joe, que poco te enrollas- dijo Ismael.
-          Es que es muy pequeño todavía…- se burló Juan.
-          Tampoco os paséis que tengo 15 años, simplemente no me gusta.
-          Huy que mayor, y a ver, entonces, ¿cómo te gustan?
-          No lo sé, ya lo sabré- suspiré; lo dije tan bajo que ninguno de los dos los oyó. “Algún día- me dije- algún día encontraré a alguien que merezca la pena…”
----------------------------------------------------------------------------------------------------------



Al mismo tiempo:
“Qué monada de chicos” pensé ¡Ojala encontrase yo a uno!-suspiré.
De repente alguien me saludó, no tenía muchas ganas de hablar por lo que hice que no escuché nada, pero la persona de atrás insistía tanto que al final tuve que girarme para ver quién era.
Se llamaba Sofía, era una chica normal de ojos y pelo castaño, pero yo no la aguantaba, no es que fuese una pesada pero es que la veía muy falsa y eso es una de las cosas que más odio de las personas, (quizás en eso pienso igual que mi hermana).
-          Lorena- saludó- ¿te vas a casa?
-          Sofía, sí, ¿tú también?-("por favor di que no" pensaba)
-          No-suspiré- es que tengo que ir al supermercado a comprar unas cosas, ¿me acompañas?
-          Emm-“piensa algo Lore”- es que mi madre me está esperando y si llego tarde me echará la bronca…
-          Bueno, vale, xaito.
-          Adiós.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------

Sonó la campana y salimos todos de clase. Yo caminaba despacio hasta que un brazo se posó en mi hombro
-          Hey Clau-dijo Dani.
-          Hola-saludé
-          ¿Te vas ya a casa?
-          Sí, es que tengo muchas cosas que hacer.
-          ¿Quieres que te acompañe?
-          No hace falta, muchas gracias, me vendrá bien caminar sola.
-          Como quieras -y se fue.

Llegué a casa pronto. Mi hermana ya había llegado. Llamé a la puerta de su habitación y entré.
-          ¿Qué tal el día pregunté?
-          Podría haber sido mejor…-resopló.
-          ¿Y eso?
-          ¿Te puedo hacer una pregunta?- cada vez mi hermana me intrigaba más.
-          Ya me la has hecho -reí- claro pregunta lo que quieras.
-          ¿Cómo se sabe que estás enamorada?
-          Puff, y me lo preguntas a mí… No sé como explicarlo, yo nunca lo he estado, pero la gente dice que simplemente lo sabes, que le hechas de menos cuando no estás a su lado, te sientes triste si él no está y luego todo el rollo de las mariposas en el estómago…
-          Clau, ¿crees en el amor a primera vista?
-          No mucho la verdad, es que yo pienso que eso no es amor sino atracción.
-          Amm- dijo algo apenada. Juraría que mi hermana se está empezando a meter en un terreno un tanto complicado al que llaman “amor”.
-          Me voy a mi habitación-afirmé- si tienes mas preguntas o necesitas algo ya sabes donde estoy.
-          Vale, gracias hermanita.
-          De nada.

Fui a mi cuarto y encendí el ordenador, me metí en el tuenti y vi que tenía una petición de amistad de Ángel, juraría que ya lo había agregado, pero no estaba segura. Como no había nada más y me aburría un poco, cerré el ordenador y me puse a leer “Canciones para Paula”.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------

En otra habitación…
Claudia me había aceptado, como no tenía otra cosa que hacer me quedé cotilleando un poco su perfil. Iba pasando las fotos sin ton ni son, iba a apagar el ordenador cuando una imagen me impidió hacerlo.
Es ella -susurré. Era una foto de Claudia con otra chica, las dos se parecían mucho, aunque la otra era más pequeña que Claudia y sus ojos eras más claros. Me quedé observando esa foto ensimismado. Quizás la gente opinase que todavía era muy pronto para pensar que me estaba enamorando de esa niña. Pero para mí no era una idea tan absurda, nunca había creído en el amor y mucho menos a primera vista, pero ahora no estaba del todo seguro. Un pequeño escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
Quería conocerla, quería hablar con ella para comprobar si era tan estupenda como yo imaginaba.
Cliqué en su cara para ver como era su tuenti, pero lo tenía bloqueado-¡Mierda!-maldije en voz apenas baja.
Cerré el ordenador y me acosté en la cama, tenía verdadero sueño, así que una siestecita no me vendría mal.
Me quedé dormido, y entre sueños susurré un nombre: LORENA.

CONTINUARÁ…