domingo, 27 de mayo de 2012

Capítulo 18



Sus ojos penetraron los míos de una forma inexplicable. No pude evitar el escalofrío que sentí en lo más hondo de mi alma. Sentí una sensación sin comparación, que no se puede explicar, porque las palabras no alcanzan el sentimiento que recorrió mi cuerpo.
-          Lorena…, Lorena…, ¡Lorena!
-           Emm sí…, ¿qué pasa?
-          Tía, estabas como en las nubes…
-          Lo siento,  no sé que me ha pasado- dije desconcertada.
-          Bueno, oye…¿les conoces?
-          ¿A quienes?
-          Lore, a quien va a ser…a los cañonazos que tenemos a las 3 en punto.
-          Emm, me suenan de algo… pero no les conozco.
-          Pues tía el moreno te está comiendo con la mirada ehh
-          ¡Qué dices! ¡ Tu ves alucinaciones!. Dije a la defensiva, aunque rezaba porque lo que decía fuese verdad.
-          Huy sí, muchas alucinaciones veo yo…, será eso… - dijo sarcástica- Bueno se ha hecho tarde, me voy hacia casa , ¿puedes ir tú sola o te llevo?
-          Tranquila, ya llamaré a mi hermana, muchas gracias por todo.
-          Nada, ya no vemos- dijo haciendo un leve movimiento con la mano.
-          Hasta mañana- me despedí.

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En casa de Claudia cinco minutos más tarde suena el teléfono.
-          ¿Sí?
-          Clau, ¿puedes venir a recogerme?
-          ¿Dónde estás?
-          En el centro comercial Parque Sur
-          Vale, ya voy para allá.

Colgué el teléfono y Ana seguía tumbada en la cama. Parece que ya se ha tranquilizado. Sin embargo, sus ojos color miel todavía se encuentran rojos por la cantidad de agua que por ellos ha salido. Puedo apreciar miedo, temor, indecisión, soledad en cada uno de sus rasgos. Ahora mismo se encuentra inofensiva, es una faceta que no me esperaba ver de Ana, siempre fuerte frente a las adversidades en cambio ahora se encuentra como si el mundo se le viene grande, como si de la mañana a la noche la gente la engullese ahora a ella. En esta situación parece muy dulce, como una niña indefensa que ha tenido que madurar por obligación. Con el maquillaje quitado, se puede ver que todavía tiene rasgos infantiles. Rasgos naturales que los oculta para aparentar ser quien no es.
-          Ya está- dije al fin- era mi hermana, llamaba para que la fuese a recoger.
-          Yo tengo un mini azul, lo dejé en el colegio, si quieres nos pasamos y vamos con él.
-          ¿De veras?- asintió- Muchísimas gracias- agradecí dándole un gran abrazo de esos que tanto me gustan a mi.
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 Vuelvo a mirar el reloj, ya ha pasado más de un cuarto de hora y todavía no hay rastro de mi hermana, ya me he cansado, lo mejor será que vaya sola a casa, tampoco está tan lejos- pensé.
Me dirigí hacia la puerta de entrada y sin darle más vueltas salí a la calle.
En ese momento me arrepentí de lo que había hecho, noté como un frío descomunal recorría cada trocito de mi piel sin pausa y sin cuidado, haciendo que el viento helado chocase contra mi cuerpo y me hiciese estremecer.
Empiezo a caminar intentando desviar mi atención y no pensar en el ambiente de alrededor, a pesar de ello, no puedo evitarlo.
Además la oscuridad de la noche no es que ayude mucho, es increíble cómo en apenas media hora que llevo caminando el cielo se haya cubierto por completo con una enorme mancha azul y me impida ver nada.
Miro a mi alrededor y a la luz de las pequeñas farolas que se encuentran en la calle diviso un banco.
La verdad es que no me vendría mal un respiro. Que la bandolera del colegio a cuestas de mi espalda ya está haciendo de las suyas. Me derrumbo encima de él, puedo apreciar clavos y pequeñas durezas en el banco, pero con el agotamiento que llevo encima pasan desapercibidas para mí. Mis pies parecen piedras, los noto ásperos. Paso mi delicada mano blanquecina por mi pierna y noto como un dolor punzante se hace dueño de talón. Me bajo la media azul marino que forma parte del uniforme del colegio y entreveo pequeñas manchas rosáceas por el talón de mi pie izquierdo. Cojo un pañuelo de papel e intento partirlo de la mejor forma posible, sin embargo mi objetivo fracasa debido a que soy la persona más torpe que te puedas echar en la cara. Pero me da igual, el pequeño trozo de pañuelo será suficiente para rebajar el hinchazón que me producen los odiosos zapatos del colegio. Una vez terminada mi hazaña me desplomo en el trozo de madera con cuatro clavos que se hace llamar banco. Oigo mi respiración agitada debido al cansancio acumulado. Pensareis que soy una nenaza y es muy probable que lo sea pero cuando llevas toda la mañana en el colegio, toda la tarde de compras y cuando anochece tienes que patearte todo el pueblo porque todavía no te lo conoces muy bien, el agotamiento se va acumulando y de repente se hace notar.
De improviso noto una mano cálida, pese a la temperatura del ambiente, sobre mi hombro.
Mis miedos se hacen paso en mi cabeza, un irrefrenable sentimiento de huir se hace dueño de mi cuerpo. Mi cuerpo está ahora estremecido debido a la diferencia de temperatura que existe entre mi cuerpo y la mano desconocida.
Todavía con algo de temor giro la cabeza pero cuando soy consciente de quien es el dueño de esa mano, toda mi alma se tranquiliza.

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Vuelvo a doblar la esquina de ZARA pero ni rastro de mi hermana, no entiendo a esta niña, toda la prisa que me ha metido para que venga y ahora se me pierde.
Busco con la mirada alguna señal que me indique dónde se ha ido mi hermana, pero nada. Ni un simple rizo diviso.
Ana llega a mi encuentro:
-          ¿La has encontrado?- digo con una pequeña esperanza en mi voz.
-          Ni rastro- dice ella frustrada.

La paciencia ahora se me está acabando, esta niña me va a hacer pagar el mal rato que estoy pasando.
Cojo de nuevo mi móvil y tecleo los dijitos: 6-1-4-2-4-5-0-1-2
Piiii- piii-piii- hace el ruido del teléfono.
-          Hola, soy Lorena-me dispongo a gritarla pero me interrumpe- en este momento no puedo contestarte, deja tu mensaje después de oír la señal…
Antes de que suene el odioso sonido, ya he apago el teléfono.
Ahora en vez de estar enfadada como lo estaba hace un minuto, estoy preocupada, ¿y si la ha pasado algo?
Lorena-rezo- por favor que estés bien.

CONTINUARÁ…

2 comentarios:

  1. Oooooh, dios me has dejado preocupadisima! sube pronto un beso :)

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  2. hahah muchas gracias :) sí a ver si hoy puedo subir.. :s

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