-
¿Qué haces tú por aquí?- me preguntó el responsable de
esa mano.
Durante un tiempo me quedé callada, hipnotizada por sus ojos
marrones, esos ojos tan enigmáticos, esos ojos tan especiales, esos ojos…
-
Lorena, ¿estás bien?
-
Emm, sí es que estaba ida- ¿ida? Tú rematadamente eres
gilipollas, está delante un pedazo cañón y se te ocurre decir que estás ida, si
es que no tienes remedio. ¡Un momento!, rebobinemos, ¿sabe mi nombre? Sabe mi
nombre ¡Sabe mi nombre! El chaval me miraba con cara de “estás loca”, pero a mi
la verdad es que no me importaba- espera-dije- ¿sabes mi nombre?
-
Esto…, si,… la verdad… es que…- dijo titubeante.
-
¿Si?- pregunté interrogante.
-
Pues la verdad, es que tu hermana va al mismo colegio
que tú, y habla maravillas de ti. Se nota que te quiere mucho.
-
¿Ah si? ¿Y que te ha contado mi hermana de mi?
-
Pues que eres realmente encantadora.
-
Jo, ¿solo ha dicho eso?
-
Bueno también me dijo que eras increíblemente preciosa,
aunque creo que en eso se quedó corta.
-
Ehh que va…- En ese momento noté como mis mejillas se
habían puesto rojas, pero no rojizas ni rosadas sino rojas rojas, parecidas a
las de un cangrejo. Parece ser que él también lo notó porque dijo:
-
Lorena, no te pongas roja, jajaja, si lo llego a saber
no digo nada- dijo riéndose un poco de mi.
-
Anda anda, vámonos ya que me estoy muriendo de frío-
dije cogiendo mi mochila del suelo.
Él me siguió sin rechistar. De vez en cuando echaba alguna
que otra mirada hacia él. Era demasiado perfecto, su cuerpo estaba
irresistiblemente bien proporcionado. Continuamos el trayecto a casa con
miradas, sonrisas y algún que otro roce. Yo iba hechizada por su mirada, por
eso cuando llegué a mi casa ni me di cuenta de que había llegado hasta que él
dijo:
-
Lore- ¿Lore? si es que todo lo que me dice suena
precioso…- creo que hemos llegado a tu casa- observo la casa en la que estoy
situada y me doy cuenta de que me ha dicho la verdad.
-
Esto… si… bueno… adiós- dije bruscamente.
-
Hasta pronto- dijo él con una sonrisa que iluminaba su
cara.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Oigo como suena la cerradura de la puerta, impaciente de que
fuese mi hermana me acerco aún más a la puerta.
En cuanto reconozco la silueta de mi hermana, empiezo a
gritarla:
-
¡Pero a ti que te pasa!¡Me has dado un susto de
muerte!¿¡Dónde te habías metido!?
-
Claudia estoy bien, ¿vale? No me ha pasado nada, estoy
sana y salva.
En ese momento me doy cuenta de un pequeño detalle:
-
¿Y tu mochila?
-
Pues…- noto como empieza a tartamudear- pues se la ha
quedado Laura porque tenía que hacer fotocopia a unos apuntes y esas cosas.
-
Más te vale que así sea, porque sino no tendré ningún
reparo en decirle a mamá lo que ha pasado hoy.
-
Tranquila Clau, mañana la tendré.
Dando por finalizado el asunto, me dirijo hacia mi
habitación y me meto en la cama.
Hoy ha sido un día bastante raro:
Primero lo misterioso que está Lucas y el hecho de que haya
estado muy ausente últimamente. Creo que hay gato encerrado pero tampoco soy
quien para meterme en los asuntos de los demás. Así que lo dejaré de estar
hasta que las cosas preocupen.
Segundo lo de Ana. También pasa algo que no sé. Algo que
haga que ella esté con Lucía porque con las putadas que le hace no entiendo
cómo va de perrito faldero. Además con lo poco que he estado hoy con ella, me
ha parecido una persona muy encantadora y no parecía una víbora como intenta
aparentar.
Y por último: no sé qué le está picando a mi hermana estos
días; está rarísima. Algo me dice que un chico tiene algo que ver con el estado
de mi hermana y eso me preocupa porque no quiero que cometa ninguna locura por
un niñato. Así que ahora estaré mucho más pendiente que antes.
No me di cuenta pero mis ojos se iban cerrando a cada
segundo que pasaba pero en poco tiempo me quedé dormida.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Otro jodido día más, si es que la verdad es que no sé porqué
no fui yo el que se mató en vez de mi hermana, esto es una puta mierda. Y
además tengo que descubrir quien fue el subnormal de no dejar que mis
propósitos se cumplieran. ¡Ni que importase a la gente!
De repente oigo la cerradura de la puerta y me asomo por la
escalera. Veo como entra mi padre en casa con una botella de wiski en la mano.
¡Oh no! Ha vuelto a beber. Levanta la vista y me mira, con una mirada
entristecida y con odio. Mi padre siempre ha pensado que yo tengo la culpa de
que mamá se largase. Anda haciendo eses por la puerta sin ni siquiera mirar
atrás para comprobar que la puerta sigue abierta. Se cae en la alfombra y en
seguida bajo lo que me quedan de las escaleras y me agacho para alcanzar un
hombro de mi padre y así poder levantarle. Sin embargo el rehuye mi mano, me mira
fijamente, con rencor, una mirada que hace que me estremezca al verla, nunca
había visto una mirada así viniendo de
mi padre. Una mirada sin personalidad sin fondo, una mirada construida por el
whiski. Yo me aparto enseguida intimidado por esa negra mirada de mi padre, él
en cambio sigue en el suelo perturbándome, levanta una mano y me señala.
-
Tú- dice roncamente- tú nunca debiste haber nacido.
-
Papá tranquilízate, estás borracho.
-
Tú me quitaste a mi adorable hija- hace una pausa y añade
otra vez- tú.
Sus palabras se clavan en mi alma como espinas, como
pequeñas pero afiladas espinas. Esas palabras son la causa de que una sucia lágrima
rasgue mi rostro desde el lagrimal hasta mi boca. Pero a mi eso me da igual
porque corro todo lo que puedo hasta llegar a mi habitación y cierro la puerta.
Me derrumbo al pie de la puerta con la cabeza mirando arriba pidiendo una señal
hacia el cielo. Noto los pasos acelerados de mi padre por la escalera y como
llega hasta mi habitación y empieza a dar puñetazos en la puerta. Me pongo en
pie y cierro la puerta con pestiño antes de que él de un empujón tire la
puerta.
-
¡Es tu culpa!- grita desde el otro lado de la puerta-
¡Es tu culpa que Eleanor se haya ido! ¡Nos abandonó por tu culpa! Y ahora yo
estoy solo…
Oigo como las últimas palabras las dice sollozando, casi
inaudibles, casi imperceptibles, pero cortantes como un cuchillo.
Pongo la oreja pegada en la puerta y noto como mi padre se
ha quedado dormido, ya que sus ronquidos sonoros son diferentes a cualquier
otro ronquido.
Todavía me acuerdo de ese día, en el que mi madre nos
abandonó, ese día fue el primer día que mi padre abusó del alcohol, ese día fue
el primer día que mi padre me pegó. Ese día… fue el primer día que se convirtió
en una lucha diaria para seguir adelante.
Madre mia es alucinante toda esta historia. Carlos por todo lo que ha pasado. Claudia por aquellas amigas que conocía y minutos después la defraudaban, y por la bipolaridad de Lucas. Me gusta mucho mucho :) sigue por fis
ResponderEliminarHace mucho que no publicas :( publica porfis
ResponderEliminaraiishhh graciiias cielo :) me alegro de que te guste la historia pero no te llega ni a la suela del zapato comparada con tus historias jaja
ResponderEliminarEs verdad que lo he dejado un poco, pero es que cada vez me siento más desmotivada :S
Aunque bueno intentaré subir un capítulo y te lo dedicaré a ti guapa :) Gracias por animarme ^^
y por cierto, me encantó la entrada de "EX nunca mejor amigo", me sentí super identificada :)
un beso
No digas tonterias las tuyas también son geniales !!! :D
Eliminarsisi CAPÍTULO 20, CAPÍTULO 20 !!! lo quiero ya jajajaja. No hay de que ;)
ooh muchas gracias, pocas veces hago entradas que reflejen mis sentimientos, y lo que me ocurre, pero justamente ese día un ex amigo, llamo a la puerta de mi vida, o mejor dicho me mando un mensaje por el Tuenti para arreglarlo todo, y plasme lo que sentía :)
un bess !
jajaja se que soy pesada jajajaja pero.... yo te seguire esperando jajajaja
ResponderEliminarbesooss :)