martes, 28 de junio de 2011

Capítulo 5


Sin darle más vueltas llamé a casa de Jassie pero nadie me lo cogió, qué raro -bueno lo intentaré mañana-; como se había hecho un poco tarde me metí en la cama, ya que tanto cansancio del día ya se empezaba a notar.
A la mañana siguiente, me desperté de manera muy brusca, un ruido procedente del jardín sonaba de manera estrepitosa, me levanté de la cama y cerré la ventana y me volví a meter a la cama, pero la luz de la habitación y el sonido hacían que fuese imposible volver a dormir, con lo que me levanté, hice la cama y bajé a desayunar.
Cuando abrí la puerta de la cocina vi a mi hermana viendo la tele como si la hubiesen hipnotizado, a mi madre en la cocina buscando el ingrediente que le faltaba para hacernos la comida y a mi padre en el jardín segando las plantas (aunque estaba bastante dormida pude atribuir el sonido de la segadora con el sonido que me despertó esa mañana).
- ¡Papá apaga eso de una vez!- chillé.
- Ya era hora de que te levantaras.
- ¿Qué hora es?
- Son las 10
- ¿Y eso es tarde?, ayer si que me acosté tarde y… ¡necesito dormir más!
Mi padre hizo caso omiso a mis palabras, así que opté por callarme y no insistir más.
Cogí la caja de cereales que siempre cojo para desayunar y me quedé con mi hermana viendo la tele, aunque parecía que ella ni sabía que estaba allí. Cuando acabaron las series que más me gustaban apagué la tele, subí a mi habitación y encendí mi ordenador, como bien entenderéis lo primero que hice al encenderlo fue meterme en el tuenti a ver si había novedades. Me apareció un mensaje privado, y lo abrí; este mensaje provenía de una tal Natalie, en el mensaje ponía lo siguiente:
Olaaaaa :)
Soi Natalie, la ija de una d ls amigs d tu madre. Cmo se ievan tmbn tu madre i la miia nada mas mudars se lo contó a la mia. Tu madre le contto q aora vivis en Greentown, i aii s justmnte dnde vivo iop, asi q mi madre me dijo q xq no quedabas tu i io i nos conoces sta tarde emos kedado unos amiigos i io si quieres vente, dile a tu madre q iame al telf de Rosa i asi me dices si t keres venir.
Bss
Una vez leído el mensaje bajé las escaleras y me dirigí donde sabía que iba a estar mi madre y le conté lo sucedido, al principio no se acordaba de esa amiga pero al final cayó en la cuenta y me dio su teléfono.
Marqué el número que mi madre me había dicho y esperé unos segundos…
- ¿Diga?
- Soy Claudia
, ¿está Natalie?
- Sí, soy yo, ¿entonces te apuntas?-
- Sí. ¿Dónde?
- En el parque cerca de tu casa.
- ¿Sabes dónde está mi casa?, ¿y a qué hora?
- Sí, pues no sé, los demás vendrán entorno a las seis.
- Vale, me parece estupendo.
Colgué el teléfono y me dirigí al armario para ver que me podía poner esa tarde. En ese momento me llamó mi madre para comer y dejé todo como estaba. Cuando regresé de comer subí otra vez para elegir la ropa pero no encontraba nada adecuado, porque la mayoría de mi ropa no sabía dónde se encontraba ya que con la mudanza no sabía dónde la había guardado mi madre.
Al final cogí unos vaqueros y una sudadera blanca y me dirigí hacia el baño para arreglarme. Me vestí y me peiné aunque con mi pelo poco se podía hacer…
A las seis menos cuarto bajé, cogí las llaves y salí a la calle, me dirigí al parque y divisé a un grupo de personas cerca de los bancos, a primera impresión diría que eran de mi edad.
Vi a una chica de pelo rubio ondulado, sus ojos eran como unos platos pero de color azul verdoso, al lado de ella había otra chica un poco más bajita y el pelo castaño a media melena que le caía por los hombros adornado con una diadema de color lila, sus ojos eran idénticos a los de la otra chica, se podría decir que habían sido clonados sólo que un poco más claros. Las dos chicas vestían parecido, unos pitillos y unas camisetas anchas.
Junto a estas dos chicas se encontraban tres chicos hablando entre ellos. Los tres eran altos y algo musculosos. El más alto tenía el pelo y los ojos de color marrón, pero sus ojos eran muy intensos por lo que pude apreciar desde mi situación y su pelo era corto y algo ensortijado. Los otros dos eran de la mima altura aunque no se les diferenciaba mucho ya que los dos tenían el pelo rubio como el sol y los ojos claros, aunque uno los tenía más verdosos que el otro.
Al acercarme comprobé como la chica que tenía el pelo rubio me saludaba y me llamaba por mi nombre:
- ¡Claudia!, ¡Clau
! Ven y acércate.
- ¡Hola!
- Hola, yo soy Natalie, pero me puedes llamar Nat y esta se llama Laura.
- Encantada- respondí.
- El rubio se llama Hugo, el moreno Daniel y el este otro rubiales se llama Víctor.
Los chicos se acercaron a saludarme y dijeron:
- Bueno nos vamos a tomar un helado,¿te vienes y nos conocemos más?
- Vale -contesté.
Nos dirigimos hacia la heladería y cada uno se pidió el helado que le gustaba, yo me pedí uno de limón y chocolate (vale, ya sé que mezclar esos sabores es un poco raro, pero la verdad es que a mí me encanta. Me gusta mezclar sabores ácidos y dulces, lo siento, pero soy así. Como no llevaba casi dinero suelto Daniel me invitó (aishh que mono).
Nos sentamos en una mesa afuera de la heladería y empezaron a preguntarme a donde me gustaba ir, por qué me cambié de casa, a qué colegio iba…
Nos lo estábamos pasando muy bien, y yo me olvidé todo lo que me pasó en el colegio, pero en ese justo momento aparecieron por el otro lado de la acera tres personas que preferiría no comentar…
CONTINUARÁ…

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