martes, 28 de junio de 2011

Capítulo 9


Ese día no fui en autobús porque mi madre se ofreció a llevarme ya que quería ir a ver a mi padre al hospital, no habíamos recibido ninguna noticia desde ayer por la mañana.
Así que fui al colegio en coche, a mí me encanta ir en coche porque no tengo que preocuparme cuando pasa el autobús, y tardo la mitad en llegar.
Cuando llegué me encontré con distintas reacciones de mis compañeros: unos me miraban acusadoramente, otros riéndose de mí…, en fin, que mi popularidad en el colegio aumentaba por días. Yo pasaba de esas miradas que me lanzaban y entré dentro, cogí mis libros de la taquilla, y me senté en el último pupitre (la verdad es que aquí era diferente como mi antiguo colegio por varias cosas: 1º yo no usaba taquillas, todos los libros los metía en la cajonera, 2º no había tantas distinciones de clases sociales, y menos aún gente tan rica, yo me sentía bastante incómoda, y hasta en algunos aspectos inferior, 3º yo tenía mi propio sitio aquí en cambio la gente se sienta dónde le da la gana, aunque la verdad es que a mí me ha venido hoy bastante bien, no me apetecía nada la clase de historia y menos con el aburrido profesor “Gulderst”, que no sabía ni siquiera cómo se decía su apellido), saqué mi cuaderno y me puse a escribir, a ver…, no soy tan tonta como para traer mi diario a clase, pero sí que tengo un cuaderno para ordenar mis ideas, ya que hay veces que no puedo dormir de la cantidad de cosas que se me pasan por la cabeza, por lo que este cuaderno me servía de mucho. Terminó la clase y pensé que el profesor era tonto si se pensaba que eran apuntes lo que había escrito delante de su clase, pero como no, siempre pienso antes de librarme, así antes de que pudiera poner un pie fuera de la clase, el señor Gulderst me llamó:
- Claudia, ven.
- Sí, profesor, ¿Qué ocurre?
- Lo que ocurre es que te he visto que escribías algo en clase, y me temo que no era de mi clase.
- Discúlpeme, no volverá a pasar -dije intentando que me perdonara.
- Disculpada está señorita Molina, pero me tendrá que dar el cuaderno, para que compruebe su interés por la clase -oh no, como lea algo de lo que he escrito me muero.
- Sí, aquí lo tiene- dije entregándole el cuaderno a mala gana.
- Muchas gracias, mañana si me demuestra que tiene un cambio de actitud se lo devolveré; ah, se me olvida decirle que mañana tiene un examen de historia a tercera hora, espero que le salga bien -en ese momento me derrumbé, ¿¡mañana!? pero qué se piensa este señor ¿a caso creé que soy superdotada o algo por el estilo?, argg, vaya día llevamos.
Salí por la puerta y me dirigí a la siguiente clase, pero como iba corriendo ya que el profesor de historia me había retenido bastante en clase y ya llegaba tarde a clase, no miré quién había a mi alrededor y empujé a alguien; inconscientemente le ayudé a levantar, era ese chico tan misterioso, siempre nos encontramos con golpes, jajjajajaja parece gracioso todo, le pedí disculpas y me dirigí a matemáticas, pero ya llegaba demasiado tarde y la profesora ya había cerrado la puerta con lo que me quedé en la puerta esperando a que la clase terminara, porque sí,  este colegio es demasiado estricto y a mí eso me saca de quicio, pero bueno ya da igual, cuando sonó la campana pasé a clase para hablar con mi profesora ya que necesitaba disculparme por el retraso (la verdad es que era bastante más maja que el de historia). Después fui a mi taquilla a coger los libros que necesitaba para las siguiente dos horas, cuando se acercó Lucas.
- Hola -saludé- ¿estás mejor?
- Déjame en paz Claudia, a ver que no me gustas ¿vale?
¿Cómo? ¿Pero a este que cojones le pasa? ¿A qué ha venido esa reacción? ¿De qué va?
- ¿Pero que te pasa?
- Que le dejes en paz pesada -dijo un amigo de Lucas, que estaba al lado.
- Ah, entendido, pero la próxima vez que te encuentre llorando por Lucía, te va a consolar quien yo te diga, ¿vale?
- ¿Qué? -soltó el coro de personas que estaba al lado- ¿Habéis cortado?
- ¿Pero no os lo ha contado? ¿No os dijo que estuvo llorando en un triste baño porque su querida novia le dejó? Hay que ver, que no os cuente eso tiene delito eh.
Los demás chicos se quedaron de piedra, con toda la información que les ofrecí, bien, no es que me de por meterme con la gente, pero es que no aguanto a los chicos ricos creídos, que se piensan que por que estén buenos tienen que estar todas las chicas detrás de ellos, odio que me infravaloren y este niñato lo ha hecho.
Me dirigí a la cafetería a por algo para comer, pero antes de entrar, alguien me agarró del brazo, me giré para ver quién era; era Lucas, ¿pero que quiere este otra vez?
- ¿Qué quieres? -contesté bruscamente.
- Perdona lo de antes.
- ¿Tú eres tonto o qué? ¿Me has hecho pasar un ridículo tremendo y ahora me pides que te perdone? Vas mal si crees que te vas a librar del marrón tan fácilmente.
- Venga Claudia, ¿sabes lo difícil que se me hace pedir perdón?
- OH, que pena, pero olvídame -dije la última palabra algo tajante.
- En serio Claudia, lo siento, ¿sabes?, siempre que me gusta alguien me comporto de forma rara con ella, perdóname.
OMG, ¿me está diciendo que le gusto?, si venga y soy imbécil y me lo creo ¿no?
No sé si estaba jugando conmigo o lo decía enserio pero el chaval actuaba bastante bien. Me agarró de la mano y se acercó a mí, ¿otra vez?, ¿pero este hombre no se cansa de jugar?, gracias al cielo vino Carolina directa hacia a mí y me dijo “Claudia tengo que hablar contigo”, me fui con Carolina y me alejé de él.
- Clau, sé que lo has pasado mal, pero lo siento quiero ser tu amiga, ¿sabes?, me enfadé con Lucía por lo que te hizo y me ha expulsado “del grupo”, lo he hecho por ti, dame una oportunidad, el primer día me caíste genial, y creo que podemos llegar a ser grandes amigas.
-Vale -dije al final; la verdad es que me hacía falta una amiga allí en ese infierno de colegio, y si lo de que me había defendido delante de Lucía era cierto, Carolina no era tan mala como creía.
-Bueno si quieres quedamos en el parque al lado de tu casa a las 6:00 y hablamos con tranquilidad ¿OK?
-OK
Fuimos a clase y me senté al lado de Carolina, la verdad es que compartíamos varias aficiones como cantar y bailar y nos gustaba música parecida. Me lo pasé muy bien con ella durante las clases hablando.
Cuando terminaron las clases me fui a casa, me monté en el autobús, y cuando me senté alguien me mandó un SMS. A ver…, es de Natalie:
Tngo q ablar cntigo s urgente sta tarde n l parq a las 6:00.
Xaoo
Besiitos :)
¿Y ahora qué hago? Tengo que hablar con Carolina de lo sucedido, pero tampoco puedo dejar tirada a Natalie ya que conmigo se ha portado genial.
Aish, ¿qué hago? ¿Tengo que dejar plantada a una de las dos? No podía elegir, estaba entre la espada y la pared.
Al final tomé una decisión…
CONTINUARÁ…

2 comentarios:

  1. No sé si te has dado cuenta, pero a veces pones Andrea en vez de Claudia. Supongo que solo es una equivocación.

    Besitos :)

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  2. aii lo siento :(, eso fue porque empecé escribiendo con el nombre de Andrea, pero mi mejor amiga me dijo que lo cambiase por favor que no le gustaba nada, y cambié el nombre, muchas gracias por avisármelo :), intenta hacer un checkin para revisar los demás pero aún así espero que te guste :)

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