martes, 28 de junio de 2011

Capítulo 6


Eran Lucía, Jassie y Lucas, ¿pero qué hace Jassie con ellos?, a ver sabía que Lucas era el novio de Lucía , pero Jassie ¿qué hacía con ellos?, ¿no sería una trampa cuando Jassie intentó hacerse mi amiga no? ¡Hay que dudas!, pequeñas maliciosas ideas llegaban a mi cabeza sin darme un respiro. Es que Lucía…, ¡me caía tan mal!, ¡pobre Lucas! -pensé, pero al final me di cuenta de que estaba equivocada con la gente...
Lucía en cuanto nos vio, se acercó a nosotros y le dijo a Natalie:
- Nat, yo que vosotros no me juntaría con ese tipo de personas… -dijo señalándome-, no sabe divertirse ¿verdad Jassie?, sólo le interesan los libros y estudiar ¡Empollona! -eso no era del todo cierto, es verdad que a mí me interesaban la notas, pero no era lo más importante en mi vida, ¿por qué tiene tantas ganas de meterse conmigo?, ¿ya se ha aburrido de meterse con otras personas? ¿Por qué solo quiere hacer daño?
- Gracias por la recomendación Lucía, pero creo que nosotros somos ya maduros para poder elegir con quién nos vamos, ¿no?, y…, a ser posible no me llames Nat, no eres mi amiga y me resulta raro que intentes tratarme así, porque bien sabes que yo no quiero ser tu amiga.
- Vosotros veréis -dijo Jassie de forma repipi- pero os digo una cosa, intenté ser su amiga, pero es demasiado aburrida, nunca ha ido a una fiesta, así ya os podéis imaginar, y no la veo con vosotros, porque sois todo lo contrario que ella, pero bueno allá vosotros…
- Vale, adiooos, dijo Hugo de forma cortante.
Una vez que se fueron dije:
- Gracias
- ¿Gracias por qué?, preguntó Dani.
- Pues porque estáis conmigo, y no habéis decidido llevaros por lo que ha dicho Jassie.
- No tienes porqué darnos las gracias, yo lo haré encantado.
No podía ser, es mi impresión o ¿Dani me ha tirado los tejos? Bueno fuese lo que fuese no estaba muy acostumbrada.
Seguimos hablando y conociéndonos en la heladería, y cuando miré el reloj vi que eran las ocho y recordé que me tenía que ir a casa a cenar.
-Bueno, me tengo que ir a casa a cenar.
-Vale, te acompañamos -dijo Natalie
-Gracias, oye una cosa ¿vosotros a qué colegio vais?
-Depende haber…, Hugo y Dani van al Mediasmart, yo y Laura vamos al Altec School y Víctor al British School, “es que es el que tiene más calidad”… jajajjaja, dijo Natalie de forma sarcástica, y todos nos empezamos a reír.
Hablamos un poco más de camino a mi casa, cuando vislumbré mi casa me despedí de todos ellos, eran super majos conmigo. Pero Natalie me cogió del brazo, caminamos un rato más hasta que los demás se fueron y me llevó hasta un banco, que estaba en el parque cerca de mi casa, y me dijo unas palabras que no se me iban a olvidar fácilmente:
- Claudia, cuando te escribí el privado del tuenti, no te lo escribí porque sí. Tenía una razón.
- ¿Cuál?, pregunté intrigada.
- Pues a ver, … -le costaba un poco hablar sabía que lo que tenía que decirme era algo importante y se lo había aprendido mucho-, tú no eres como las demás personas (eso ya lo sabía, no encajaba con facilidad y la gente me trataba como una rarita, a veces deseaba ser otra persona…), a ver… -continuó- tienes una fuerza interior muy poderosa -al oír estas palabras me emocioné, qué será, qué será, seré un ángel y mi madre no me lo había dicho, o quizás tendré algún poder alucinante, aunque la verdad es que cuando continuó hablando, me quedé decepcionada con esa fuerza de que decía que yo tenía-, eres una persona especial, eres incapaz de hacer daño y quieres el bien para todo el mundo, eso es muy bueno, muy pocas personas hoy en día tienen ese poder, y la gente te necesita, la sociedad es muy mala a veces y necesitan que alguien como tú les demuestre que lo mejor del mundo es hacer el bien. Y por eso te he llamado, para que formes parte de nosotros.
- ¿Quiénes sois vosotros?- pregunté.
- La verdad es que poca cosa -me respondió-; pero escucha, hay gente como Lucía que quiere hacer daño a otras personas para así sentirse bien, pero hay gente como nosotros que lo que queremos es que el mundo se de cuenta de que lo importante no es ser falso y tener más amigos sino ser como uno es, esa es nuestra función-
- ¿Pero quienes sois vosotros?- volví a preguntar.
- Somos Hugo, Víctor, Laura, Daniel y yo, y mucha más gente que no conoces, pero que pronto conocerás. Por eso estas aquí Claudia, necesitamos tu ayuda, ahora cada vez más gente es falsa, hipócrita e inhumana y te pedimos ayuda para que con todos nosotros podamos cambiar el mundo.
- Pero “nosotros”, como dices tú somos poca cosa, es decir, ¡no somos nadie!
- Bueno, ya sé que es difícil de explicar, pero sólo prométeme que lo pensarás, ¿vale?
- Entendido,-contesté a mala gana- pero yo me voy a casa, estoy cansada, demasiada información por hoy, adiós.
- Adiós, pero Clau, prométeme que no se lo dirás a nadie, entendido.
- Que sí, que sí.
Una vez terminé de hablar con Natalie me dirigí a casa. Era muy raro todo lo que me había contado esa chica, pero si casi no nos conocemos, sólo hemos entablado algunas palabras y me suelta todo esto, se está quedando conmigo seguro. Aún así mientras caminaba pensé en lo que me había dicho como prometí. Al llegar a casa subí a mi cuarto, mi madre me miró y me preguntó qué me pasaba pero yo le dije que no tenía ganas de cenar y que no insistiera más sobre el tema. Así que me cambié y me metí en la cama. Estuve toda la noche desvelada por esa conversación. No entendía nada y ahora más que nunca me sentía rara. A ver, es que de pequeña soñaba con ser alguien especial que hiciese el bien en el mundo como una superheroína o algo por el estilo, luego me dio porque quería ser un vampiro, o tener algún don especial. Pero, ¿hacer el bien?, ¿qué clase de poder era ese?, ¿era un enviado de alguien poderoso?, si hombre…
¿Y encima yo? Debe de ser un error.
Como al día siguiente tampoco había colegio, me quedé en casa para intentar hacer algo provechoso como terminar algún trabajo pendiente o algo, pero no podía. ¿Por qué tuvo que decirme esto Natalie? ¿Por qué no podría seguir mi vida como si nada?; a ver, no es que mi vida fuese un infierno pero a veces, pero no sé, quería que tuviese algo especial, como las demás chicas que tenían todo lo que querían, pero hace tiempo comprendí que no llegaría a ser una de ellas.
Toda la conversación me parecía mucho más frustrante sin nadie a quién poder contárselo. Ahora mi madre no estaba en casa, se había ido con mi hermana para comprarle ropa de invierno y mi padre estaba trabajando, así que estaba sola en casa.
Como deambulaba por la casa sumida en mis pensamientos, no me daba cuenta de nada, y sin querer choqué con mi mesilla de noche, y tiré mi diario al suelo. Al recogerlo se abrió por una página que decía: “Soy diferente a todo el mundo”, esto lo escribí hace dos años o así, cuando mi “mejor amiga”, le contó a todo el mundo todos mis secretos y se rieron de mí, me sentí diferente como si mi manera de pensar fuese distinta a la de otras personas…, ¿de verdad soy tan diferente?
No me dio tiempo a reflexionar más ya que en ese mismo instante sonó mi móvil, y me sobresalté…
CONTINUARÁ…

1 comentario:

  1. a ver se qué soy una pesada pero voy capítulo a capítulo ajajaja^^ a lo qué iba, Claudia y yo somos vamos, identicas. Eso de qué se le rían me ha pasado muchas veces y no es por qué sea la burla de medio mundo, si no por qué no me entienden la panda de imbéciles qué hay por el mundo (me centro perdón) a lo que iba, este capítulo me identifico muchísimo por qué lo qué escribió en su diario (yo escribo uno igual xd) lo puse yo hace años. así qué sin hacerte más parrafada, sigo leyendo:) un beso enorme:)

    ResponderEliminar

Coméntame :)